En las enfermedades inflamatorias e infecciosas, las principales alteraciones histopatológicas no suelen estar asociadas a la pigmentación, sino que incluyen infiltraciones celulares, estructuras vasculares y alteraciones del espesor o de la anatomía de la epidermis. Por lo tanto, la selección de un equipo que preserve la morfología de los vasos y mejore su visualización óptima es mucho más crucial a la hora de evaluar erupciones cutáneas que tumores. Los dermatoscopios portátiles no polarizados requieren el contacto directo de la lente óptica con la superficie de la piel, lo que puede provocar una alteración de la morfología, o incluso la desaparición, de las estructuras vasculares subyacentes. Los dermatoscopios de mano polarizados, al no requerir contacto con la piel, ofrecen una mejor proyección de las estructuras vasculares y permiten la visualización de estructuras blancas brillantes, que apenas o nada se ven con luz no polarizada. En conclusión, recomendamos encarecidamente el uso de dermatoscopios polarizados sin contacto cuando se aplique dermatoscopia en dermatología general.
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